El cuerpo como obra, objeto e imagen (reseña)
- Diana Acuña
- 18 mar 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 24 mar 2020
Ana Maria Guache Historiadora y crítica del arte española nos habla de este proceso de ''apropiación'' del cuerpo como lugar y objeto para el arte y como se plantearon diferentes artistas este concepto.
Entre los años 80 y 90 se planteó al cuerpo como un lugar para nada neutral, una zona de fricción en el que se pensaron y proyectaron discursos y prácticas artísticas.
Durante este retorno al cuerpo el artista deja de trabajar en el (como soporte) a trabajar con él. Usarlo como imagen para abordar diversas temáticas y problemáticas no solo individuales, sino también colectivas.
El cuerpo deja de ser refugio de identidad y autenticidad, cambia y se moldea dependiendo de lo que se dicte a nivel social y cultural.
Los artistas de los años 90 cambian esto y manejan y ven al cuerpo desde otro enfoque planteando dos acercamientos distintos, un ilusionismo ara fingir y descubrir lo real a través de objetos de la cotidianidad, a veces usando al cuerpo, en otras, usando objetos relacionados con nuestra corporeidad, el otro, rechazando toda ilusión evocando lo real en si mismo, lo feo, lo desagradable, siendo el cuerpo violado, sometido y profanado.
A partir de 1992 se usó el cuerpo para confrontar y debatir sobre diversos temas tales como la sexualidad, lo intimo, lo público, la masculinidad, la feminidad. Enfrentando diversos conceptos, como por ejemplo, lo natural y lo artificial de los cuerpos dadas las implicaciones de la ciencia en él en nuestros tiempos. Se exploraron muchos problemas en relación al cuerpo, se usó y se presentó el cuerpo como soporte, objeto, sujeto, instrumento de medida del mundo, el cuerpo ahora es una imagen del cuerpo social.
Algunos de los principales artistas del cuerpo que se mencionan son, por ejemplo, Cindy Sherman a quien no le interesaba la mujer en si misma, si no su apariencia, su imagen corporal, el modo en que culturalmente se le representa, en que los medios masivos la representan y hace crítica al respecto, todo esto a partir de la fotografía.
También hace crítica de diversos temas en muchas ocasiones con la intensión de desfetichizar el cuerpo, quitando el velo de ilusión y mito de belleza y perfección que se le ha puesto.
Robert Gober habla de lo ambiguo, hacía pintura de denuncia a modo de crítica a la sobrevaloración de la pintura en épocas pasadas. Trabajaba usando objetos cotidianos, relacionando estos objetos reproducidos con el cuerpo, casi siempre usando un sentido metafórico (objetos que usamos y que nos transforman)
Entre 1989 y 1990 empieza a trabajar de forma más icónica y directa, teniendo consciencia y compromiso con minorías sexuales, interesándose por lo social.
Charles Ray estaba más interesado en lo íntimo, profundizando en el comportamiento de la psique humana usando maniquíes añadiendo representaciones rostros y genitales.
En la costa oeste norteamericana se empieza a usar el cuerpo para expresar un malestar cultural.
Paul McCarthy usaba su cuerpo, máscaras, disfraces y cámara como material, explorando diversos tabúes del cuerpo y de funciones corporales.
Mike Kelley se relacionó con prácticas artísticas marginales, haciendo crítica social a tabúes y trópicos morales de la sociedad norteamericana, también exploró el papel y el lugar del artista en relación a la política y filosofía.
Para Kiki Smith el cuerpo es un medio para experimentar el mundo y un campo de batalla político en el que se enfrentan diversas instituciones (política, religión, etc). Nunca personaliza los cuerpos.
Andrés Serrano hace crítica a las instituciones, su fin es provocar, irritar y ofender valiéndose de la fotografía mostrando lo que incómoda y lo que es tabú en las sociedades más conservadoras.
En mi opinión es bastante interesante este proceso de apropiación y exploración del cuerpo y su posición en el mundo, en la época que se trata en el texto. Es un contexto en el que se están perdiendo los grandes relatos y en el que el mundo se empieza a centrar en lo que se tiene, que es precisamente el cuerpo, "mi cuerpo y mi imagen" que es como un mantra para la sociedad posmoderna en la que mi cuerpo, en la que yo soy lo único que queda. Es interesante como a nivel del arte se ve esta manifestación, está cambio de forma de pensar y de funcionar el mundo.
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